Duerme dulcemente detrás de tus ojos
la esperanza de volverme a ver.
Descansa el anhelo,
reposa sincero
dejando a un lado
el olvido que ayer busqué.
Pájaros se adueñan de las miradas
retornan hechos sombra a tu ventana,
un barco se hunde en lo profundo
de una imagen que atropella,
verde como hierba
que invierte ciertos extremos.
Respiro aquel encanto
que has hecho para mí...
Al sur del viento
esperas tranquila a que vuelvan
cuerpos celestes,
almas fugaces,
ojos templados de poder.
Pasa la noche en su sangre
tiembla de golpe un desastre...
Una luz en el cielo
o tal vez miles
te roban el sueño...
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